APOSTOLADO
Cada Cooperador está llamado al apostolado, o sea a vivir con corazón Salesiano la misión de la Iglesia, pero cada uno vive el compromiso apostólico de un modo adecuado a sus propias responsabilidades familiares y profesionales, a los propios talentos, a las propias aptitudes, a los dones y gracias recibidas, a la propia formación, e incluso en el propio estado de salud: “prestando en todas partes una atención preferente a la juventud necesitada”.
- El testimonio personal, a través de un estilo de vida “marcado por el espíritu de las Bienaventuranzas”, que es una manera eficaz de “evangelizar la cultura y la vida social”;
- La animación cristiana de las realidades temporales: El compromiso de vivificar con valores evangélicos las realidades humanas y sociales en las cuales se vive y trabaja (la familia, las relaciones con los demás, el ambiente de trabajo, las estructuras civiles, los espacios de presencia social);
- La colaboración en la actividad pastoral de la Iglesia, mediante el compromiso y las iniciativas que privilegian la pastoral juvenil y el apostolado del área educativa.
Este apostolado da vida también a formas comunitarias de compromiso, cuando los grupos de Cooperadores proyectan y llevan adelante iniciativas que se sostienen con la colaboración de muchos, u bien ofreciendo su cooperación en los proyectos de la Familia Salesiana o de la Iglesia local.